miércoles, 6 de abril de 2011

ESCULTORES DEL RENACIMIENTO

Miguel Ángel

Piedad del Vaticano


La Piedad del Vaticano o Pietà es un grupo escultórico en mármol realizada por Miguel Ángel entre 1498 y 1499. Sus dimensiones son 174 por 195 cm. Se encuentra en la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Esta maravillosa obra es de bulto redondo, lo que significa que se puede ver en todos los ángulos, pero el punto de vista preferente es el frontal.
Una Virgen joven, bella y piadosa cuyas vestiduras se expanden con numerosos pliegues, sostiene al Hijo muerto y que, intencionadamente, aparenta mayor edad que la Madre, en una composición triangular sosegada y llena de ternura. La juventud de la Virgen es muestra del idealismo renacentista: se trata de representar el ideal de belleza y juventud, una Virgen eternamente joven y bella.
Vasari dice de ella «es una obra a la que ningún artífice excelente podrá añadir nada en dibujo, ni en gracia, ni, por mucho que se fatigue, en poder de finura, tersura y cincelado del mármol».
La obra fue encargada por el cardenal de san Dionisio Jean Bilhères de Lagraulas o de Villiers, benedictino embajador del monarca francés ante la Santa Sede, al que el autor conoció en Roma. El contrato entre el artista y el cliente se firmó el 26 de agosto de 1498, y en el que se estipulaba, además del pago de 450 ducados de oro, que habría de estar terminada antes de un año, y en efecto, dos días antes de cumplirse el plazo la obra maestra ya estaba terminada, cuando el cardenal había muerto unos días antes, por lo que su primer emplazamiento fue sobre la propia tumba del prelado en la Capilla de Santa Petronila del Vaticano. La Piedad fue trasladada en 1749 a su ubicación actual en la Basílica de San Gustabo, la primera capilla a la derecha.

Fue la primera vez que el artista aborda este tema iconográfico, luego repetido a lo largo de su vida con diversos tratamientos, que ponen de manifiesto su evolución artística y espiritual. La última de esta serie de Piedades sería la denominada Piedad Rondanini, que dejó inacabada al caer enfermo y morir, y cuyo patetismo, que anticipa el barroco, nada tiene que ver con la serenidad clásicamente renacentista de esta obra de juventud.
El artista contaba entonces veinticuatro años, había trabajado los dos últimos años en la realización de las figuras de la Virgen con el cuerpo de Cristo en las rodillas y el pulimentado de todos los detalles. Miguel Ángel comenzó por escoger personalmente en las canteras de los Alpes Apuanos de la Toscana el bloque de mármol más apropiado, sobre el que después no haría más que seguir los impulsos de su arte como escultor, es decir, como refiere Vasari, quitando toda la materia pétrea sobrante del bloque hasta conseguir la forma pensada, pues para Miguel Ángel en el interior de un bloque de mármol está contenida toda la Naturaleza, el artista ve con los ojos del intelecto las formas encerradas en la piedra, en este caso el dolor de una madre que tiene sobre sus rodillas a un hijo asesinado, lo demás es cuestión de técnica y paciencia hasta descubrir las formas concretas.
Cuando la obra fue finalizada y entregada, algunos pusieron en duda que hubiera sido Miguel Ángel el verdadero autor de la misma dudando de él por su juventud. Al enterarse, Buonarroti en un arranque de furia grabó a cincel su nombre en la escultura, siendo esta la única obra firmada del artista. En la cinta que cruza el pecho de la Virgen puede leerse: «Michael A[n]gelus Bonarotus Florent[inus] Facieba[t]» («Miguel Angel Buonarroti, florentino, lo hizo»).
En esta escultura predominan las armonías de contraste. Hay tres:
• Primera armonía: Los ejes del cuerpo de Jesús (líneas quebradas) se contraponen a los pliegues curvilíneos y angulados de los vestidos de la Virgen María.
• Segunda armonía: El brazo derecho de Jesús cae inerte. Éste se contrapone al brazo izquierdo de la Virgen, que esta lleno de vida y conmiseración
• Tercera armonía: Los pliegues de la Virgen con oquedades forman contrastes de claroscuro. Estos se contraponen a las superficies claras y lisas del cuerpo de Jesús, expresados en "sfumato".
Representa, como mencionamos anteriormente, el ideal de belleza del renacimiento


Bacus (Miguel Ángel)

Bacus es una escultura en mármol realizada entre 1496 y 1497 por Miguel Ángel, la obra de una altura de 203 cm se encuentra en el Museo Nazionale del Bargello en Florencia.
La obra fue realizada por Miguel Ángel en su primer viaje el año 1496 a Roma, el encuentro en esta ciudad con la escultura antigua debió de inspirarle para la ejecución del Bacus que muestra una clara tendencia, a una interpretación de las obras, que en aquel momento, se estaban descubriendo por medio de las excavaciones en Roma.

En este sentido la describe Ascanio Condivi:
...esta obra en forma y manera, en cada una de sus partes, corresponde a la descripción de los escritores antiguos, su aspecto festivo: los ojos, de mirada furtiva y llenos de lascivia, como los de aquellos dados excesivamente a los placeres del vino. Sostiene una copa en su mano derecha, como el que está a punto de beber y la mira amorosamente, sintiendo el placer del licor del que fue inventor; por este motivo se le representa coronado con una guirnalda de hojas de vid...En su mano izquierda sostiene un racimo de uvas, del cual un pequeño sátiro alegre y vivo que está a sus pies, furtivamente disfruta.
Esta obra es clarmaente la primera gran obra maestra de Miguel Ángel, donde se muestra la característica constante de la sexualidad en su escultura, simboliza el espíritu del hedonismo clásico que Savonarola y sus seguidores estaban dispuestos a suprimir de Florencia.
Muestra también esta escultura la característica constante en la obra del artista, de evocar la sexualidad, de forma andrógina, como la misma naturaleza del dios en la antigüedad que era ambigua y misteriosa, muestra el sátiro como referencia a Sileno, sátiro que había sido maestro de Bacus y la piel desollada y llena de uvas simboliza la vida sobre la muerte.
La escultura fue un encargo del cardenal Riario, rechazada por éste, fue comprada y se conservó en los jardines del banquero Jacopo Galli, donde fue dibujada por Martín Heemskerck hacia 1532 dónde se aprecia la falta de su mano derecha. Más tarde fue adquirida por Francisco I de Médici en 1572 hasta su paso al Bargello en 1873.

Esclavo moribundo

Esclavo moribundo es una escultura de mármol blanco creada hacia 1513 por el escultor renacentista Miguel Ángel. Junto con otra del mismo autor, llamada Esclavo rebelde, se encuentra en el Museo del Louvre en París. Tiene unas medidas de 229 centímetros de altura.


Empezó esta escultura Miguel Ángel, después de la realización de la pintura para la bóveda de la Capilla Sixtina. Estaba destinada para formar parte del grupo escultórico de la tumba del papa Julio II, que había de colocarse en la parte inferior del monumento.
Es de una belleza formal y espiritual, presenta un claro contrapposto, se expresa en un abandonamiento como de cansancio total, comparada con esculturas helenísticas del último periodo y con una clara influencia del Laocoonte y sus hijos, también, según el historiador Tolnay, con un san Sebastián de Antonio Rossellino. Vasari interpreta las esculturas de los esclavos con una iconografía de las provincias sometidas por Julio II al poder de la iglesia y Ascanio Condivi con un significado de las artes liberales, dándole al Esclavo moribundo la alegoría de la pintura por la mona que tiene a sus pies.
Al ser eliminadas estas obras para el monumento de Julio II, Miguel Ángel regaló esta escultura junto con la del Esclavo rebelde, en 1546 a Roberto Strozzi, el cual hizo transportar las esculturas a Francia en abril de 1550. Enrique II de Montmorency en 1632, las regaló al cardenal Richelieu que las tuvo en su castillo de Poitou, donde las vio Bernini.1 Finalmente fueron confiscadas por el gobierno francés en el año 1793 cuando se pretendían vender por la viuda del último mariscal Richelieu. Desde entonces se encuentran en el Louvre.


Donatello

San Marcos (Donatello)


La escultura de San Marcos de Donatello forma parte del ciclo de catorce estatuas de los protectores de las Artes de Florencia, colocadas en nichos en el exterior de la Iglesia de Orsanmichele. Fue encargado por el Arte de la Lana y se remonta a 1411-1413. Es de mármol y mide 248 cm de alto. Se encuentra en el interior del museo de Orsanmichele, mientras que en el exterior se sustituyó por una copia.
San Marcos Evangelista es el patrono de los Hiladores, y la estatua fue la primera esculpida por Donatello para Orsanmichele, antes que el famoso San Jorge. La estatua fue colocada en el nicho al final de 1413. Documentalmente la estatua se encargó en 1409, a Niccolò di Pietro Lamberti, quien recibió una indemnización de 28 florines por el monumental bloque de mármol adquirido. En 1411 el bloque pasó a Donatello por razones que no se precisan, el cual se comprometió a entregar la escultura acabada «dorada y con todos los ornamentos oportunos» antes del 1 de noviembre de 1412. De hecho tardó algo más de tiempo, incluso para el tabernáculo que había sido esculpido por Perfetto di Giovanni y Albizzo di Pietro.
Vasari narra algunas anécdotas sobre la estatua, así como la participación en las primeras etapas de Filippo Brunelleschi. Parece que la estatua a pie de tierra, no había gustado a los clientes, a los que Donatello propuso modificarla una vez colocada en la hornacina, aunque los cambios fueron insignificantes, ya que el trabajo estaba con la óptica bien calibrada y fue admirado por todos.
Miguel Ángel elogió esta escultura diciendo, según Vasari:«nunca había visto una figura con el aire de tan buen hombre como esta y que si San Marcos había tenido realmente estas características, entonces podía creer ciegamente en lo que él había escrito».1
La estatua fue quitada de su lugar en 1941, para protegerla de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y, nuevamente en 1977 para empezar una restauración. En esta ocasión se limpiaron las zonas oscurecidas, que habían estado ennegreciendo la figura, para que apareciese la pátina de bronce y conseguir una armonización con las estatuas de mármol y las de bronce de Orsanmichele, se redescubrió en el modelo los restos del dorado en el cabello, la barba, las orillas de la vestidura, el libro y en el cojín donde apoya los pies la estatua.
San Marcos está retratado con una cabeza barbuda, de antiguo filósofo, y con un vestido anudado a la cintura. El rostro está esculpido con una expresión de seriedad digna y de integridad espiritual, que recuerda la de San Juan Evangelista de unos pocos años atrás. La pierna izquierda de San Marcos tiene una suave inclinación pero de una manera ponderada, esto no va en detrimento de la postura erguida y solemne. El pequeño giro del cuerpo está realizado para sobresalir ligeramente la estatua de la hornacina, evitando la rigidez de una posición estrictamente frontal: la mirada del santo parece perderse hacia el lejano horizonte indefinido. En la mano izquierda, la figura tiene un libro abierto, el atributo típico de los evangelistas.
La crítica siempre ha alabado los valores formales de la obra, que traspasa toda la seriedad y moralidad del evangelista, pero comparando este trabajo con el San Jorge, siempre han preferido éste último.
Aunque el trabajo se considera la primera escultura del renacimiento plenamente en la trayectoria del artista, con la restauración y el descubrimiento del dorado, se ha observado que la decoración pictórica es más bien de estilo gótico. No es unánime, la hipótesis de que la obra había tomado como modelo al vecino San Felipe de Nanni di Banco, ya que no es cierto que este trabajo ha sido tallado antes. Además, existen importantes diferencias formales entre las dos estatuas: la de San Marcos es más expresivo, y firme en la superficie, mientras que el San Felipe tiene una postura más estática.

Profeta Habacuc (Donatello)


El profeta Habacuc llamado popularmente Zuccone,es la escultura realizada por Donatello para las hornacinas del tercer orden del lado norte, del campanario de Giotto, de la catedral Santa María del Fiore de Florencia y que datan de 1423-1435. El mármol blanco de tamaño (195 x 54 x 38 cm) y se encuentra en el Museo dell'Opera del Duomo (Florencia).
Las estatuas de esta parte del campanario, fueron las últimas cuatro a ser talladas entre 1420 y 1435 y fueron destinadas a la parte norte, la menos visible, cerca de la pared de la catedral. Cuando se terminó la ejecución de las esculturas, los comitentes de la Catedral estaban tan contentos con las obras que las pusieron en la zona oeste, la más importante porque está en paralelo a la fachada.
Vasari en Le Vite recuerda cómo fue retratado un tal Barduccio, de una familia que se habían convertido en ricos de la nada y murió en Florencia en 1416, el pueblo lo llamaba el Zuccone (el calabacín) por ser calvo y con cráneo alargado. Narra Vasari también, varias anécdotas, como el que Donatello tomó la costumbre de jurar por la estatua del Zuccone.
Las estatuas de todas las hornacinas fueron trasladadas del campanario al museo en 1937 y sustituidas por unas copias en el exterior. Ennegrecidas por el tiempo siguen en restauración para ser limpiadas. El Zuccone es una de las que ya están restauradas.Además, en la iconografía, Habacuc es la de un anciano, mientras que Jeremías aparece como de mediana edad. El trabajo está firmado en la base como Opus Donatelli.

La escultura de Habacuc es quizás el mejor resultado de toda la serie de la torre, una de las obras maestras de Donatello y la escultura del Renacimiento en general. En comparación con anteriores obras de Donatello (como los tres estatuas del lado este), vemos una importante intensificación de la expresión.
El profeta está representado calvo, de una delgadez ascética, con una larga túnica que cae desde el hombro izquierdo y que crea profundos pliegues verticales, que hacen hincapié en la majestuosidad de la figura y también en su tormento interior. La boca, los ojos hundidos y profundos junto con la calvicie, que resalta un intenso realismo grotesco. La mirada es intensa y apuntando hacia abajo, es decir, como mirando a los espectadores ya que su hornacina se encontraba en una considerable altura.

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